jueves, 23 de octubre de 2014

Entre colibrís, Este blog le dice no a la baja!

Hace un tiempo recibí un comentario (respetuoso) de alguien que no estaba de acuerdo con la "politización" del blog así que, antes de nada aclaro que no me meto en política de partidos, acá, siempre puse mi opinión sobre varios temas, justo este es un tema muy polémico en Uruguay, mi país y me parece inevitable como persona, como humana y como adolescente tomar una postura, hacerla pública y defender mis ideas con argumentos, debatir, informarnos entre todos, no hay nada mejor.

Este blog empezó por un concurso de blogs, "¿Qué estás leyendo?" creo que el concurso, la red de lectores, escritores, bloggeros que esto trae también tiene como mensaje el mostrar que la juventud, no solo en mi país, la juventud en general dista de lo que algunos mayores nos quieren hacer creer en la televisión, radio, diarios.
Entonces, este mensaje de que la juventud es distinta, ¿no dista un poco de esa etiqueta social de "menor infractor"?

No puedo no emitir mi opinión, no moverme por lo que mis ideales, mis pensamientos me hacen opinar. Estoy convencida de que la propuesta de bajar la edad de imputabilidad (es decir, la edad en la que se considera "adulto" a un joven (únicamente para su castigo por un delito) es una propuesta errónea, que lo único que propone es tapar un problema mucho mayor, es brindar una falsa solución rápida, poco efectiva y mentirosa. Es algo así como pretender tapar el sol con un dedo, si bien mis sentidos pueden engañarme y hacerme creer que efectivamente lo tapo, todos sabemos que jamás podremos cubrir la superficie del sol con un solo dedo, o tener una habitación sucia, podemos tirar toda esa mugre para abajo de la cama pero ¿en verdad esa habitación está limpia?

Podemos perfectamente tratar como mayores penalmente a los adolescentes de entre 16 a 18 años pero, ¿solucionamos así el problema de inseguridad y violencia que tenemos?
No solo solamente el 6% de los delitos en Uruguay son cometidos por menores sino que además existen medidas alternativas, hogares alternativos para aquellos menores que demuestran interés en rehabilitarse, estudiar y trabajar. Ya son 180 los menores que pasaron por este nuevo sistema y NINGUNO, repito, NINGUNO reincidió en la delincuencia. Entonces, ¿Por qué no mejor apostar a seguir impulsando estos proyectos que en verdad funcionan? ¿por qué no todos ayudar a esos jóvenes que nunca conocieron otro estilo de vida? ¿por qué no actuar TODOS como sociedad en lugar de encerrarlos como si fueran la escoria de una sociedad?

Si desde nuestro lugar todos aportamos un poquito podemos no solo solucionar el problema educativo y de soledad que hay detrás de estos "menores infractores" sino que además, mejorar la educación en general, los valores, la solidaridad y además, sentirnos mejor con nosotros mismos. Claro que es mucho más sencillo estar sentados en un sillón frente a un escritorio a redactar una propuesta para encerrar a todos esos jovenes sin oportunidades, castigarlos y condenarlos a una vida de delito (porque además las carceles se convertirian en una escuela del crimen con mayores reincidentes y SUPER conflictivos enseñando a adolescentes como delinquir mejor), todo eso da mucho menos trabajo que ir a un lugar de pobreza, construir hogares, educar, hacer actividades y reflexionar.

Ningún pibe nace chorro, la sociedad lo hace chorro. El frenesí y el consumismo de tener siempre más es uno de los motivos (quizás el más grave y de mayor valor) por el cual, se hace chorro.

SER JOVEN NO ES DELITO.