La muerte muchas veces es buena para el marketing, otra cosa que como sociedad, como mundo, como lo que sea que seamos tenemos que cambiar...
Se fue un grande, un grande entre los grandes, un fiel a sus principios, un escritor de esos que no solo valen la pena, sino que leerlos es un placer, un regocijo.
Escucharlo no es tampoco ningún desperdicio y, hay algo que la literatura, la música, la pintura, en fin, las artes consiguen hacer y es inmortalizar, no solo personajes, historias o momentos, también personas.
Así es como Eduardo Galeano simplemente pasa a otra etapa en esta vida, sea cual sea esa etapa, no importa en este momento.
Gracias de parte del universo hacía vos.
"Son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza, no nos sacan del subdesarrollo, no socializan los medios de producción y de cambio, no expropian las cuevas de Alí Babá. Pero quizá desencadenen la alegría de hacer, y la traduzcan en actos.
Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable" Eduardo Galeano (1940 - 2015)
El semanario Brecha publicó:
A veces, la muerte miente, escribió hace poco más de un año, impactado por el
fallecimiento de su amigo Juan Gelman. Y dijo más, aseguró que el poeta seguiría "vivo en
todos los que lo quisimos, en todos los que lo leímos, en todos los que en su voz hemos
escuchado nuestros más profundos adentros".
Hoy, cuando su propia muerte nos obliga a miramos en el espejo de aquellas palabras,
amanecemos con tristeza a la noticia de que se nos fue Eduardo Galeano, fundador y
referente de nuestro semanario, integrante durante años de su Consejo Asesor y
colaborador asiduo de sus páginas.
Hasta siempre.
Un grande. Respetado, querido, imitado, influyente y generador de reflexiones. Ya lo extrañamos...
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